Ya no se si soy yo o son ellos. A veces creo que estoy realmente perdida cuando platican, pero no es así, o por lo menos eso parece. Dar una opinión es llegar siempre a una discusión o a un "si, como quieran"; y al final las ideas valen nada y la presencia mucho menos. Los valores parecen no importarles y todo lo que resuelven es como ver un papel en blanco. Si aportan una idea, a huevo tiene que quedarse aunque esté mal y así practicamente todo vale m...
Sí, estoy molesta, pero en vista de que no quiero hacer un drama con alguien en persona, la escritura ayuda bastante y no es que me caigan mal, pero en cuestiones arquitectónicas son otro rollo. Y bueno, yo no soy perfecta pero me parece mala onda estar hablando con alguien y que ni siquiera te vean de frente; que preguntes algo y te hagan gestos de "¿no sabes?¿cómo que no sabes?"; que de plano te pongan jetas que te dicen TODO; que digas algo (lo que sea) y se hagan los que no escuchan, etc.
Que lástima que Roberto haya cambiado demasiado y en verdad me trate de esa forma. Sinceramente no tengo ganas de hablarle o preguntarle algo porque ya se que cuando le comente lo que sea me dirá "¡orale! " que es como un "me vale madres", mueve la cabeza como diciendo "sí, continúa", cuando eso realmente significa "ya me quiero ir". Bueno, por lo menos dos años y medio me dijeron mucho de él, lo conozco y la verdad si me da tristeza; y no miento, también me da coraje aunque trate de evitarlo.
Hablando de Ambar pues es un poco distinto; cuando algo le harta se molesta y agarra parejo con todos, no le importa. Si quiere comer, deja de trabajar, se enoja y quiere que todos vayan a comer en los momentos más críticos de las entregas. Bueno, digamos que en su mundo sólo existe ella y punto.
¡Pero ya! mejor intento no enojarme, porque el que se enoja pierde. Así que disculpen el mal momento, las malas palabras, el mal humor...Mi blog admite de todo un poco. Ya me conocen un poco más...no está de más. Adiós.
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