jueves, marzo 16, 2006

¿Lo has visto?

¿Cuál es el lugar que te produce un sin fin de sensaciones en un instante con tan sólo ver el cielo, respirar el aire y ver sus espacios?

Piensa un momento en esto. Lo más probable es que trates de recordar algún lugar en el que ya has estado y que responda a esta descripción. Inténtalo y tal vez descubras un gran número de lugares en los cuales te hayas sentido feliz, triste, tranquilo, desesperado, emocionado, sin salida, y que con sólo ver una nube, un destello de sol o el movimiento que produce el viento en los árboles, tu interior se haga uno con todos estos elementos y entonces encuentres algo que no tiene explicación...
"Una cosa fue llevando a otra. Una noche antes no dormí bien a causa de mis labores diarias, que en realidad esa semana se habían intensificado. La noche fue corta, tanto como si sólo hubiera cerrado los ojos dos segundos y al abrirlos, mis labores me acecharan de nuevo: no duermas, sigue trabajando,anda ...me decían sin compasión. Así fue como ese sueño y un examen a las 7 de la mañana me ayudaron a levantarme, sin embargo, sabía que por el hecho de ser ese día, sería uno de los mejores.
El examen fue una prueba más para demostrar mis conocimientos, las clases que siguieron se tornaron interesantes, mi sueño se intensificaba con el paso de las horas y eso, provocó en mi un hambre a la que si no le tomaba la más mínima atención, terminaría por estropear mi gran día. Entonces decidí comer.Comer es lo más delicioso, fue lo más delicioso en ese momento y aunque aún tenía sueño, mis fuerzas volvieron por un instante. ¡Listo! lo mejor estaba por venir.
Los ojos se me cerraban cada vez más y más: debo deormir, me dije;tengo que descansar...y mi mente se fue cerrando poco a poco. Caminé y decidí sentarme en una banca, sólo sentarme, sólo recargarme en mi mochila, sólo un rato. Y ahí mismo recordé que en un rato más podría dormir profundamente y entonces soñaría como nunca. Habiendo pensado esto, lo demás no me importó, y me recosté en la banca, recargué la cabeza en mi mochila y al levantar la mirada, descubrí un cielo verde, o por lo menos, me parecía un cielo preciosamente brillante, verde y en movimiento. Lo contemplé, lo contemplé mientras sentía cómo un aire exquisito me arrullaba minuto a minuto...entonces...soñé... soñé un mar, soñé la más fresca brisa, el cielo más azul, la arena más fina, la compañía más perfecta.
Desperté y sólo habían pasado 5 minutos. Lo 5 minutos más maravillosos hasta ese día, hasta antes de lo que esperaba. Una propaganda me fue repartida. No lo pensé dos veces y lo hice. Llamé.
Volví al mundo real aunque mi sueño me seguía muy de cerca. Volví a ese mundo en el cual las cosas no pueden ser como quieres, como en tus sueños. ¡¡Quiero dormir, quiero dormir !! ¡¡Quiero soñar!! ¡¡Soñar con lo que quiero!! Sí, esa era la solución. Y entonces...sucedió lo que tanto esperé en el día. La tarde se tornó escepcional, vi salir el sol de nuevo, mi corazón comenzó a latir de la emoción, el viento me llevó y me dijo que lo acompañara a no se donde, lo acompañé y el cielo me mostró su más bello azul, los árboles no paraban de bailar, los montes me saludaron a lo lejos y una voz me dijo... Aline, estas soñando.
Soñé y soñé, me gustaba estar ahí...no me quería ir...nunca. No quería despertar.
Pasó así el tiempo, fue entonces cuando el viento cesó su viaje conmigo, el sol se metío, el escenario aquel desapareció... así como así...así como vino, se fue. Pero dejó en mi un agradable sabor de boca, un corazón feliz, una mente renovada, el sueño había desaparecido al fin y una sonrisa se reflejó en mi rostro. Entonces, caminé de nuevo, pero esta vez sola y fue ahí cuando vi el complemento de lo que había vivido hace unos momentos. Vi ese paisaje inigualable, pero esta vez en la vida real...lo vi así, perfecto, intocable, majestuoso...y pensé que en verdad eso era lo que quería vivir, lo que quiero vivir pero en el mundo real. Todo se mostraba ahí, en ese escenario sin igual...
Lo veo cada determinado tiempo, pero cada vez que lo hago, es tan genial porque en verdad no lo puedo describir y eso lo hace especial, lo hace mío. Y aunque se que no siempre está ahí, anhelo su presencia, anhelo su consejo...Una cosa llevó a otra y... "
...ese lugar, es Ciudad Universitaria...ese sueño...
eres tú.

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